En realidad hace miles de años los perros no existían. Aparecieron en el mundo debido a un proceso realizado por el ser humano, que se denomina domesticación. Este proceso se realizó a partir del antepasado salvaje del perro.
Una de las teorías más difundidas fue la enunciada por el
etólogo austríaco Konrad Lorenz, Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1973,
quien sostenía que la mayoría de las razas caninas descendían del chacal
dorado, mientras que sólo algunas de ellas descendían del lobo.
Esta teoría
estaría sustentada por dos hechos concretos. Uno de ellos es que tanto el
chacal como el lobo presentan el mismo número de cromosomas que el perro, que
por apareamiento se pueden obtener híbridos fértiles y que esta interfecundidad
entre especies permitiría explicar la variedad de las razas actuales. Otro de
los hechos es el notable parecido físico del chacal con algunas razas de
perros, su facilidad para coexistir con el hombre y su tendencia a ladrar ante
determinadas circunstancias. Sin embargo, esta teoría ha sido refutada debido a
que las evidencias son insuficientes y, sobre todo, a que estudios anatómicos y
de comportamiento social realizados en chacales indican que son muy diferentes
de los lobos y de los perros.
La teoría más aceptada en la actualidad entre la mayoría
de los científicos considera al lobo como al único antecesor salvaje del perro.
Afirmando que el perro tal como lo conocemos en la actualidad no es otra cosa
que un lobo doméstico.
Sin embargo, esto no significa que lobos y perros
presenten exactamente el mismo comportamiento. Ambos comparten patrones
básicos, pero también existen notorias diferencias que aparecieron durante el
proceso de domesticación que veremos más adelante.
Otro de los interrogantes que generan algunas discusiones
en el ámbito científico es respecto de cuál de todas las clases de lobo fue la
que dio origen a su congénere doméstico. Existen básicamente dos tipos de
lobos: el hecho de que los perros cimarrones es decir, aquellos que han
experimentado una mínima o nula selección por parte del hombre tiendan a
parecerse a los lobos del sur ha motivado que muchos investigadores los señalen
como los antecesores del perro.
De hecho, para muchos científicos el antepasado
salvaje más probable del perro es un pequeño lobo del sur de la India. Sin
embargo, estudios recientes indicarían que en realidad ambos tipos de lobo
habrían dado origen al perro. La hipótesis más sólida sostiene que los lobos
del norte serían los antepasados más probables de las razas caninas nórdicas mientras
que el lobo de la India lo sería de las demás razas caninas. También existe una
alta probabilidad de que después del origen del perro hayan continuado
existiendo apareamientos entre perros y lobos, lo cual podría haber producido
mayor variabilidad entre los animales.
Esta última sería una de las razones principales que
explicarían el porqué de la diversidad de razas caninas que existen en la
actualidad.
Finalmente, otra de las respuestas buscadas por los científicos se refiere a la antigüedad que tendría el perro en nuestro planeta. Hasta no hace mucho tiempo se sostenía, teniendo en cuenta diversos estudios arqueológicos, que los primeros antecedentes del perro doméstico databan de alrededor de doce mil años atrás, al final del pleistoceno, en la era paleolítica. No obstante, un estudio publicado en la revista Science en 1997 indica que estudios genéticos sugieren que el origen del perro podría remontarse a más de cien mil años, aunque es muy probable que estos animales fuesen imposibles de diferenciar del lobo. Por lo tanto, si bien es factible que el origen del perro se remonte tan atrás como sugiere este estudio, no es menos probable que diferencias fenotípicas marcadas entre lobos y perros no se hayan hecho evidentes hasta mucho tiempo después, hace alrededor de diez o quince mil años.
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