lunes, 27 de enero de 2014



Desafortunadamente, esta especie, el oso hormiguero, riqueza tradicional de las regiones latinoamericanas, se encuentra dentro del listado de animales en peligro de extinción, al igual que tantas otras razas de mamíferos del planeta.

El Myrmecophaga tridactyla, que es su nombre científico, puede llegar a medir alrededor de unos dos metros, incluyendo la longitud de la cola, un tamaño no muy considerable. La variedad más común es la de color marrón, aunque también es fácil encontrar algunos osos hormigueros de color gris.

El principal territorio que constituye su hábitat es la región del cono sur de América, como Argentina y Paraguay, y por ser ésta una zona más bien fría, el pelaje de este animal es largo y tupido y lo protege en tiempos invernales. La evolución ha adecuado sus hocicos de forma larga para poder alimentarse de hormigas y termitas, que son su principal, y casi única fuente de nutrición.

Por esta misma razón y por ser un animal que no caza ni se alimenta de carne, no tiene dientes ni los necesita, porque es todo un maestro saqueando las termiteras. No es una especie que acostumbre a andar en grupo, sino que más bien es de costumbres solitarias, excepto en la época de reproducción, cuando sale a buscar una hembra con quien engendrar a sus crías.

Su proliferación es limitada, solamente pueden tener una cría en cada gestación cuyo período oscila entre 6 y 7 meses, lo que es algo común entre algunos mamíferos, pero origina una baja tasa de fertilidad. En alguna época se le persiguió, por parte del ser humano, por su carne y por su piel y en la actualidad el peligro de su extinción se debe, principalmente al deseo de ponerlo en cautiverio. y exhibirlo en sitios de entretenimiento o tenerlo como mascota en las casas. La ley penaliza el tráfico con estos animales.

También es atacado por mascotas entrenadas para ello, como los perros que viven en algunos hogares. Este animal es fuente de muchas leyendas e historias dentro de las comunidades indígenas por la singularidad de su aspecto, lo que ha originado grandes cuestionamientos sobre su origen y su desarrollo. Es un mamífero que, por sus condiciones físicas, no ataca a los seres humanos, sino que más bien les huye.

Es un animal absolutamente pacífico que, si no se realizan campañas de protección, dentro de pocos años no se verá más por aquellas tierras.

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